La llamada edad productiva o madurez, periodo en el que te consolidas como individuo y muchas cosas cobran sentido pero otras lo pierden a la vez. Es en esta etapa cuando te preguntas si el éxito ya llegó a ti o aún debes ejercer más presión, trabajando más horas, estudiando hasta tarde o arriesgándote más.
Cuando estás en esta batalla de la vida y te comparas con el resto de tu generación, descubres que la mayoría perdió el sentido de lo verdaderamente importante que es “tú”. En los 3 planos que componen el ser (espiritual, físico y mental), hoy nos centraremos en el plano físico. El resto se lo dejamos a los expertos.
De los 30 a los 40 debe hacerse la siguiente pregunta: ¿Será que soy la persona que soñé ser a esta edad?
La CAÍDA del superhéroe
Cuando pensamos en este lapso de nuestra vida, nos damos cuenta que venimos de los 20, una edad con acelerador, nitro y mucha fiesta. El desvelo, las fiestas y la bebida no te causa ningún efecto y te sientes indestructible. Comienzas a crecer a nivel laboral y no solo tú, tus amigos también. El presupuesto se dispara a los cielos. El famoso “yo invito” pareciera no tener límite.
Al pasar la barrera de los 30 descubres que esos “yo invito” fueron las peores decisiones de tu vida. Machacaste tu cuerpo y tu economía. Pero el precio más caro a pagar está en tu salud. En los 30 un desvelo o una borrachera cuestan el doble, gastar de más te produce ansiedad y todo esto te pasa factura. Sumado a esto, tu trabajo es más exigente, tu responsabilidad es mayor y ya no puedes darte el lujo de fallar.
Es allí donde sucede. Tu cuerpo sufre una derrota y el terrible cortisol se transforma en tu principal enemigo, dañando a tu gran aliado de los 20 que es la testosterona. Entre los 30 y 40 años la caída de la testosterona se hace presente y si no estás preparado para contrarrestar y mantener tus niveles óptimos, estás condenado a sufrir las consecuencias.
¿Cómo la mantengo? ¿Cómo la recupero? Sin esta hormona vital, pierdes tus superpoderes. Noticias para ti: si durante los 20 viviste la vida loca pero no faltaste ni una semana al gym, tu caída no será tan fuerte y tu recuperación será mejor que los que nunca fueron en esta época.
Recuperando al superhéroe
El entrenamiento de fuerza está catalogado como la fórmula preventiva y reactivadora de la testosterona. Todas las personas que acompañan su rutina con un verdadero trabajo de fuerza, mantienen niveles óptimos de testosterona. Es por ello que entrenar la fuerza te permite mantener y elevar la producción de esta hormona.
Ahora bien: el entrenamiento de fuerza no radica en 3 ejercicios de 3 sets de 10 reps. ¡Olvídate de eso! Así como machacamos el cuerpo con desvelo, bebida y parranda, ahora es momento de entrar al gym, tomar los hierros y machacar cada músculo para lograr recuperar los superpoderes. ¿Cuántas series? Las suficientes para que duela. ¿Cuántas reps? Las necesarias. ¿Cuántos ejercicios? Todos los que te hagan sentir vivo.
¿Quieres mejorar? ¡Es momento de trabajar duro! Así que si estás entre los 30 y 40 años, es momento de cargar la barra con todo lo que puedas.
De los 30 a los 40, debes CARGAR LA BARRA y TOMAR LOS HIERROS.